Día 7 | Semana Santa 2025
JESÚS, AMIGO DE PECADORES y AFLIGIDOS
Mateo 27:62-66
La guardia en la tumba
62 Al día siguiente, que era el día de descanso, los principales sacerdotes y los fariseos fueron a ver a Pilato. 63 Le dijeron:
—Señor, recordamos lo que dijo una vez ese mentiroso cuando todavía estaba con vida: “Luego de tres días resucitaré de los muertos”. 64 Por lo tanto, le pedimos que selle la tumba hasta el tercer día. Eso impedirá que sus discípulos vayan y roben su cuerpo, y luego le digan a todo el mundo que él resucitó de los muertos. Si eso sucede, estaremos peor que al principio.
65 Pilato les respondió:
—Tomen guardias y aseguren la tumba lo mejor que puedan.
66 Entonces ellos sellaron la tumba y pusieron guardias para que la protegieran.
DEVOCIONAL:
Lo interesante de este pasaje es que los fariseos estaban tan ansiosos por deshacerse de Jesús, pero recordaron exactamente lo que él dijo. De hecho, recordaron las palabras de Jesús mejor que sus propios discípulos. Mientras Pedro, Juan y todos los discípulos huían, los fariseos —los mismos que se burlaron de Jesús y lucharon por su muerte— recordaron que Jesús dijo que resucitaría. ¿Y cuál fue su respuesta después de recordar estas palabras? Se aseguraron de que la tumba estuviera asegurada. ¿Por qué? Porque recordaron lo que Jesús dijo, y tal vez —por más pequeña que fuera— una parte de ellos pensó que podría ser cierto. Temían el poder de Dios en resucitar a Jesús de entre los muertos. Así que respondieron a las palabras de Jesús.
Ahora, ¿qué pasa con los discípulos? ¿Los que Jesús llamó amigos y quienes caminaron más cerca de él? ¿Se acordaron? Es posible que lo hicieran, pero quizás perdieron la fe. O es posible que estuvieran tan heridos, tan afligidos, tan llenos de dolor, con tanto miedo por sus propias vidas, tan desesperados, que olvidaron. Olvidaron que Dios cumple Sus promesas y que siempre ha sido fiel, y siempre lo será. Olvidaron que Jesús es su amigo. Olvidaron que incluso en su sufrimiento, él está allí. ¡Si tan solo recordaran!
Nuestra respuesta a los tiempos de oscuridad revela lo que recordamos sobre las palabras de Dios y lo que creemos sobre Su naturaleza. Los discípulos respondieron con miedo. Y no podemos culparlos, ¿verdad? Sabemos cómo es vivir en tiempos de oscuridad. Sabemos cómo es sentirnos desesperados y pensar que las cosas nunca van a mejorar. Y tal vez, incluso, sabemos cómo es sentir el silencio de Dios. Si es así, te aseguro que no estás solo.
Job sintió el silencio de Dios en medio de su inmenso sufrimiento.
Los israelitas se sentaron en silencio mientras esperaban en el Exilio Babilónico durante 70 años.
Dios estuvo en silencio durante 400 años antes de que un ángel le apareciera a María y le dijera que el Rey llegaría.
Incluso Jesús experimentó el silencio del Padre justo antes de su muerte.
Hace 2,000 años atrás, en un sábado difícil y doloroso, los discípulos se sentaron en un oscuro silencio.
Yo no sé cuánto tiempo ha estado Dios en silencio en tu situación. No sé cuánto tiempo has elevado innumerables oraciones, rogando a Dios por una respuesta. No sé cuánto tiempo has sufrido, pero lo que sí sé es que no estás solo. Sé que Jesús está justo ahí contigo. Sé que él es un amigo en tu momento de necesidad. No estás solo, porque Jesús es amigo de los afligidos, él sabe lo que es sufrir. Aunque pueda estar en silencio ahora, aunque la oscuridad parezca haber ganado, aunque parezca que las cosas nunca van a mejorar, recuerda quién es ÉL. Su promesa es segura, y tienes un amigo en Jesús. Así que cobra ánimo porque una cosa es segura: ¡el domingo está por llegar!
¿Qué puedes recordar hoy sobre quién es Jesús? ¿Cómo puede esto reconfortarte en tiempos de sufrimiento?